Las diferentes áreas de la medicina y especialidades que he ido integrando en mi formación y mi experiencia asistencial durante mas de 30 años, me han enseñado el enfoque integral de la persona,  con su cuerpo físico, emocional, mental, energético y espiritual.

El ser humano tiene la capacidad de evolucionar y para eso intervienen como una unidad indivisible cuerpo, mente y alma.
Hoy me es imposible ver a una persona escindida de su historia vital, su entorno y su transgeneracional porque eso da la pista para desentrañar el propósito de lo que está  viviendo. 

Este enfoque integral es el que me ha permitido tratar el estrés psicoemocional que es el factor más importante según mi experiencia en el proceso del envejecimiento prematuro y las enfermedades crónicas.

Finalmente logré encontrar respuestas que me hicieran sentido para desarrollar una terapia antiage.